Franklin Jacome / Gettyimages.ruPor lo pronto, y por la forma como se realizó el proceso electoral, vamos a presenciar un período de transición (de 3 a 6 meses, dependiendo de la panorámica política), en los que el presidente va a disfrutar una "luna de miel" con opositores y medios. Si le saca provecho y prolonga lo más que pueda ese lapso del comienzo, de la "calistenia", entonces podría sacar el tiempo necesario ya no solo para comenzar a proyectar su gestión, sino para perfilar su candidatura presidencial hacia 2025, lo que ya se ha convertido en su objetivo político principal.Mantener el timing significa para Noboa que no está apurado por ir a un proceso de polarización, que no está tomando medidas desesperadas.El voto hacia 2025Si comparamos los resultados de las elecciones presidenciales del 2023 con las de 2021, nos damos cuenta que hubo una estabilización del voto. Tanto la derecha como el correísmo sacaron guarismos casi idénticos en ambos procesos. Esto podría verse, por un lado, como que el correísmo que venía cayendo de forma más o menos abrupta se estabilizó y mantuvo una votación similar en porcentaje a la del 2021. La derecha, asombrosamente también. A pesar del infausto gobierno de Lasso que tuvo que acudir al adelanto electoral, la derecha y el enfoque "anticorreísta", protagonizado por banqueros y familias ricas, también mantuvo su votación intacta (52 %).¿Podríamos proyectar, con base en estos resultados de 2021 y 2023, que se podría mantener la misma votación para el 2025? Esto es algo que no podría afirmarse aún. Más sin embargo, hasta ahora, esa es la tendencia variable que tratará de surfear el nuevo presidente. Daniel Noboa asume la presidencia de Ecuador con el desafío de enfrentar "la violencia y la miseria" Violencia en EcuadorEcuador nos ha sorprendido los últimos dos años con una violencia inusitada.La manera como se sembraron los narcos en partes importantes de la sociedad, los escándalos políticos, el auge de la criminalidad y la crisis económica generan, todos, un panorama de crispación. Sumado esto a los recurrentes levantamientos indígenas contra medidas económicas (como las que podría tomar Noboa), que ya tienen hasta 35 años ocurriendo, y que siempre desestabilizan a los gobiernos de una manera rotunda.Todo ello puede incidir en un camino tortuoso para mantener el Gobierno o tratar de matricular un nuevo período. El modelo del final de la gestión de Lasso podría verse también como una hipotético escenario para Noboa, o incluso, dada la situación de Ecuador, para cualquier presidente. Sin embargo, todo está por escribirse.Los próximos meses serán cruciales para que Noboa se proyecte como un presidente "presidenciable" o como un nuevo fracaso de las gestiones derechistas. Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT. Fuente